Nueva Constitución

Nueva Constitución

Ciencia, tecnología y conocimiento en la nueva constitución

Como Sociedad Chilena de Enseñanza de la Física, no somos ajenos a los profundos cambios que Chile requiere, y que de una u otra manera se manifiestan en nuestros representantes de la Convención Constituyente. En ella fueron electos entre otras y otros distinguidos miembros, la profesora de Física Lorena Céspedes y la Dra. Cristina Dorador. La Doctora Dorador a impulsado la discusión hacia la necesidad de incluir una comisión de ciencia, tecnología y conocimiento en la propia constitución. Como SOCHEF firmamos la carta de apoyo a esta valorable iniciativa.

Cuanta razón tenía la Dra. Dorador al indicar, ¡Hoy comienza una nueva historia!, la Doctora Carla Hernández miembro fundadora de esta Sociedad, nos invita a reflexionar.

Este domingo 22 de agosto fuimos cientos las y los investigadores que respondimos a la invitación realizada por la doctora Cristina Dorador, constituyente por el distrito 3, para participar de una primera Asamblea por el Conocimiento, Ciencia y Tecnología vía telemática. El principal objetivo fue conversar acerca de la posible creación de una comisión de ciencia, tecnología y conocimiento dentro de la comisión de reglamento de la convención constitucional.


Esta iniciativa se enmarca en el llamado que a través de una carta realizaron diversas organizaciones de las humanidades, artes, ciencias exactas y ciencias sociales, y que a la fecha ha sido respaldada por más de 1300 investigadores e investigadoras de todo el país y todas las áreas del conocimiento.


Escribir una nueva Constitución es un proceso que marca un hito en nuestra historia y que constituye una gran oportunidad para relevar las temáticas que son de interés para nuestro desarrollo, y que marcarán la agenda de futuras legislaciones y políticas públicas. En ese sentido, una comisión como la descrita permitirá asegurar que la diversidad de saberes encuentre su espacio en las discusiones que se vienen.


Estamos viviendo una crisis climática y sanitaria que requiere de la toma de decisiones basada en evidencias, y del reconocimiento a la diversidad de saberes proveniente de culturas de todo nuestro territorio. No es posible que proyectos que atentan contra el medio ambiente como “Dominga”, sigan encontrando artilugios legales para seguir adelante, amparándose en una constitución obsoleta que no respeta los ecosistemas locales y que atenta contra la biodiversidad del planeta. Es el momento de frenar estos abusos.


La nueva constitución debe proveer una base sólida que permita crear políticas públicas que beneficien a la sociedad y que favorezcan el acceso directo de esta al conocimiento. Para ello, potenciar la educación científica es clave, sólo así la ciudadanía contará con las herramientas necesarias para hacer valer sus derechos, y para participar activamente de esta nueva sociedad que ahora comienza a construirse.


Ciencia, tecnología y conocimiento en la nueva Constitución.

Dra. Carla Hernández Silva

Socia Fundadora SOCHEF

Académica Universidad de Santiago de Chile

Carta: Conocimiento, emergencia climática y nueva constitución

Las conclusiones del Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de agosto del 2021 han vuelto a prender las alertas públicas sobre la cuestión ambiental a nivel planetario y las noticias no son nada alentadoras. El horizonte se ve catastrófico pues lo que está amenazado es el equilibrio ecológico que hace posible la vida de especies, animales y vegetales y, por tanto, la sustentabilidad de la vida humana. No es la primera vez que aparecen informes que hablen de lo mismo, los que son promovidos con cierto morbo por la prensa nacional e internacional, sin embargo, esta vez la situación es de máxima urgencia.


Esta es una emergencia que debe abordarse desde una diversidad de miradas, disciplinas y lugares. Por lo mismo, nos parece positiva la posible creación de una comisión de Conocimientos, Ciencias y Tecnologías dentro de la Convención Constitucional que tenga entre sus objetivos fundamentales sentar las bases para una institucionalidad que pueda enfrentar la complejidad de este desafío. Sin embargo, echamos de menos una acción decidida del Estado en esta línea. Uno de los factores que ha contribuido a la catástrofe es asociar irreflexivamente tecnología, progreso y modernización y anclarlos en el crecimiento económico de ganancias de particulares en vez de articularlos con el bienestar colectivo.


Entendemos que enfrentar las emergencias del momento actual requiere de la confluencia de los múltiples saberes que se cultivan rigurosa y sistemáticamente dentro de nuestro país. Por lo mismo, como asociaciones y agrupaciones de investigadoras, investigadores y/o profesionales de las Artes, las Humanidades y las Ciencias Sociales afirmamos que es fundamental que los conocimientos y experiencias producidos y acumulados desde nuestras disciplinas sean considerados en igualdad de condiciones para aportar con los saberes allí producidos en función de mitigar, adaptar y revertir la crisis socio-ambiental desencadenada.


Sabemos que nuestros campos pueden aportar, por ejemplo, en los procesos de educación, comunicación y explicación de los diversos fenómenos que confluyen en ella; en la construcción de relaciones más empáticas entre las y los individuos y sus entornos naturales; en la reflexión crítica que empuje la transformación de las relaciones entre entorno y los animales humanos que somos; en los procesos de diálogo social y político que serán fundamentales para generar nuevos consensos en torno al tema; en superar el “tecnosolucionismo”, apuntando a un desarrollo de tecnologías situadas y acordes a las características de nuestros territorios, que sean respetuosas de las comunidades y sus entornos; entre otros ámbitos.


Es más, probablemente los mismos procesos de confluencia con otros campos del conocimiento abrirán múltiples espacios donde nuestros saberes podrán proponer nuevas preguntas y encontrar proyecciones y significados todavía desconocidos. Vemos con esperanza la posibilidad de ser parte de este proceso y, por eso, solicitamos crear una Comisión de Conocimientos, Ciencias y Tecnologías dentro de la Convención Constituyente. Por cierto, el valor de un espacio como este es virtuoso para una diversidad de discusiones y procesos esenciales para el momento actual, que si bien van más allá de los desafíos de la crisis climática, se vinculan inevitablemente con ellos por su carácter universal e ineludible.


Una comisión como esta debe ser un lugar de diversidad de saberes en donde se abra, al fin, el diálogo inter y transdisciplinar con el objetivo de convertir los conocimientos en bienes comunes, de ampliar los sujetos que detentan el saber y trabajar por el conocimiento que se articule tanto con lo problemas y comunidades locales y como con la emergencia climática planetaria.


Carta disponible junto a las y los firmantes en este link.

Nota de El Mostrador, haciendo click aquí.